BENDITA JUVENTUD

Resulta sorprendente pensar que un padre de millennials decida regalarle a su hijo por el cumple una experiencia de pesca en vez de un móvil, tablet o cualquier otro aparatejo tecnológico de nombre complejo. Pero más sorprendente es aun, ver como un millennials disfruta como loco no solo de la pesca, sino de todo lo que esta conlleva, preparar cañas y señuelos, amanecer en el mar, paisajes espectaculares de nuestra ría o surcarla en semirígida planeando las olas.

Un gran acierto de este padre, que es probable su hijo no olvide nunca. La suerte, los astros o la pericia de nuestro guía estuvieron a favor. Tremendo día, tremenda pescata. A pesar de que nuestro joven pescador, por los nervios, el estrés o la propia inexperiencia dejase escapar ya casi llegando a la sacadera dos róbalos de más de tres kilos, consiguió dos buenas piezas y muchas, muchas picadas.

Tremendo róbalo!!

Al final llenamos la nevera, aunque para esto, se va al super, al mar, se viene a disfrutar.