MADRUGAR Sí QUE ES SANO

Y como es sano, madrugamos. A las 6,00 en pie para tener todo listo y a punto. Cañas, señuelos y por supuesto nevera, con grandes esperanzas de llenarla de capturas. Solo nos faltaban nuestros excursionistas y arrancaríamos.

Y así fue. Ellos muy puntuales, con muchas ganas, mucha ilusión. Pescadores con mucha experiencia desde costa, menos, desde embarcación.

El día espectacular. No me canso de admirar el amanecer en la Ría de Sada. Nada de viento, nada de frío, tan solo alguna nube en el horizonte. Una treintena de embarcaciones intentando coger el preciado chipirón, se ve que está entrando…Habrá que organizar salidas para darnos una buena panzada de este manjar.

Empezamos a lanzar cañas en A Carboeira, la actividad era brutal, y pese a los nervios del principio conseguimos nuestra primera robaliza y un abadejo que devolvimos a la mar. Mirandas fue nuestro siguiente destino, luego Seselle y Redes.

A medida que avanzaba el día, las picadas eran menos. Con el Sol, las lubinas se hacen más resabiadas…

A pesar de todo, regresamos con tres capturas. Un aperitivo para una cena familiar con la que nuestros aventureros quisieron celebrar su primer día de pesca en embarcación.

Lo más importante, disfrutamos de un fantástico día al aire libre, rodeados de mar y de naturaleza. Así es la pesca.